El mundo de la música está de luto tras conocerse la muerte de Ozzy Osbourne, ícono indiscutible del heavy metal y fundador de la banda británica Black Sabbath. El artista falleció rodeado de su familia, según un comunicado difundido la noche del martes por sus seres queridos. El mensaje, firmado por su esposa Sharon y sus hijos Jack, Kelly, Aimee y Louis, pidió respeto por la privacidad en este momento de dolor.

La noticia de su fallecimiento se conoció pocos días después de su última y emotiva aparición pública: un histórico concierto celebrado en Villa Park, Birmingham, donde Ozzy compartió escenario con los miembros originales de Black Sabbath. A pesar de haberse retirado de los escenarios por problemas de salud, el músico demostró una vez más su espíritu inquebrantable y su profunda conexión con el público.

Osbourne, conocido como el “Príncipe de las Tinieblas”, deja un legado imborrable en la historia del rock. Su carrera estuvo marcada por éxitos globales, excesos, controversias y una reinvención constante que lo mantuvo vigente por más de cinco décadas. Más allá de su impacto musical, Ozzy supo ganarse el cariño de millones gracias a su autenticidad, su humor ácido y su inolvidable presencia escénica.

Con su partida, se cierra un capítulo fundamental en la historia del metal, pero su voz, su energía y su influencia seguirán resonando entre generaciones de fanáticos en todo el mundo.