NUEVA YORK — Una intensa tormenta azotó la ciudad de Nueva York el jueves 31 de JULIO, provocando severas inundaciones que paralizaron gran parte del sistema de transporte público. Estaciones de metro, terminales de trenes y vías principales quedaron anegadas, obligando a miles de residentes a modificar sus rutas y enfrentar largos retrasos.

Imágenes virales difundidas en redes sociales captaron escenas dramáticas en la estación 7th Avenue en Brooklyn, donde pasajeros se aferraban a barandas o improvisaban calzado con bolsas plásticas para cruzar zonas completamente inundadas. Otros caminaban sobre barreras entre torniquetes intentando evitar el agua que cubría los andenes.

Grand Central Terminal también se vio afectada, con videos que muestran cascadas cayendo desde el techo sobre la zona de embarque del Metro North. En Queens, la estación Bayside del Long Island Railroad se convirtió en un cauce improvisado, lo que obligó a detener y evacuar un tren repleto de viajeros.

Los hechos,  ampliamente documentados por usuarios en redes sociales, revelan las vulnerabilidades del sistema ante eventos climáticos extremos. La repentina subida de las aguas convirtió el regreso a casa en una experiencia caótica y peligrosa para miles de neoyorquinos.

Las autoridades analizan los daños y posibles medidas para prevenir futuras emergencias de esta magnitud en una infraestructura urbana que enfrenta cada vez con más frecuencia los efectos del cambio climático.