En la esencia misma del rol de bombero/paramédico yace la importancia de la confianza y el respeto. La academia de entrenamiento se erige como un bastión de valores, trabajando incansablemente para infundir estos principios en sus nuevos reclutas.

La puntualidad en el trabajo cobra un papel fundamental en la vida de un bombero. Una de las estrategias empleadas para cultivar esta cualidad es el “llamado matutino”. Cada día laborable a las 7:00 a.m., los reclutas se congregan bajo el pabellón, sobre sus colchonetas, para someterse a una inspección minuciosa. En este proceso, se verifica el cumplimiento de estándares en cuestiones de presentación personal, uniformidad y portación adecuada de identificación.

Mediante este ritual cotidiano, los reclutas se adentran en una de las muchas actitudes y acciones esenciales para forjar la imagen de un bombero/paramédico responsable y digno de respeto.

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