San Antonio, Texas — Lo que comenzó como una investigación de rutina terminó con una madre bajo custodia y acusaciones por terrorismo en un caso que ha conmocionado a la comunidad educativa de San Antonio. Ashley Pardo, de 33 años, fue arrestada tras ser señalada como cómplice en la planificación de un ataque armado por parte de su hijo menor de edad contra la escuela secundaria Rhodes Middle School.

La investigación inició en enero, cuando personal escolar descubrió dibujos del menor con croquis del centro escolar, referencias a rutas suicidas y armas. Las autoridades confirmaron que el joven mostraba obsesión con tiroteos masivos, incluyendo el ataque a la mezquita de Christchurch en 2019. En abril, fue suspendido tras acceder desde una computadora escolar a información sobre dicha masacre. Poco después, intentó quitarse la vida.

El 12 de mayo, la abuela del menor alertó a la policía tras encontrarlo golpeando una bala con un martillo. En su habitación, descubrió cargadores cargados, munición real, un artefacto explosivo artesanal y una nota con referencias a ataques previos. El menor confesó que su madre le había proporcionado las balas y lo había llevado a comprar equipo táctico, incluyendo un chaleco con capacidad de blindaje y un casco.

Según la declaración jurada, Pardo sabía de las amenazas de su hijo y validaba sus expresiones violentas. Las autoridades sostienen que ella le suministraba el equipo a cambio de cuidar a sus hermanos.

La escuela actuó con rapidez y notificó a los padres del arresto, asegurando medidas para mantener la seguridad. Aunque no se ha determinado una fecha concreta para el ataque, la evidencia hallada sugiere que una tragedia pudo haber estado cerca de concretarse.