FUENTE: https://eldiariony.com

Un niño de 4 años se disparó fatalmente en un automóvil frente a una tienda de comestibles Publix en Georgia mientras su madre estaba de compras adentro del establecimiento, según dieron a conocer este lunes policías y familiares de la víctima.

El pequeño Miyell Hernández tomó de un arma de fuego que estaba al interior del auto de su madre y “accidentalmente se pegó un tiro”, en un suceso registrado alrededor de las 5:00 pm del pasado domingo, en el estacionamiento de un Publix en el condado de DeKalb, informó la policía en un comunicado.

Otro pariente de 13 años de edad y un bebé estaban con Miyell en el vehículo al momento de detonar el arma de fuego y más tarde morir, apuntaron las autoridades

El niño herido de muerte fue trasladado de urgencia a un hospital, pero más tarde fue declarado muerto; no se han presentado cargos hasta este lunes por la tarde, a razón de la muerte del niño.

“Nuestros corazones y pensamientos están con la familia Hernández”, dijo la jefa de policía del condado de DeKalb, Mirtha Ramos. “Estamos implorando a los propietarios de armas que siempre mantengan sus armas seguras y protegidas”.

Después del tiroteo, el adolescente que estaba en el automóvil corrió de inmediato a la tienda de comestibles en busca de ayuda, dijeron las autoridades. Los niños se habían quedado en el coche mientras la madre de Miyell iba de compras.

El arma no estaba asegurada dentro del auto de su madre, le dijo la policía a Fox 5 Atlanta, y por el momento, se desconoce a quién pertenecía el arma o si estaba registrada legalmente.

Una recaudación de fondos en línea establecida para ayudar a compensar los costos del funeral de Miyell eclipsó los $1,900 dólares al mediodía del lunes.

“Manténganos en su oración”, dice el sitio web. “Estamos pidiendo amor y apoyo para financiar un momento trágico para nuestra familia… Gracias por su amor y apoyo”.

Miyell es el sexto niño que muere por disparos en el área metropolitana de Atlanta este año, según el Atlanta Journal-Constitution. Días antes, Kemoni Mack, de 9 años, murió luego de recibir un disparo en un complejo de apartamentos en el sureste de Atlanta, donde se acusó a un sospechoso de 16 años, según la policía.