El hambre en Gaza: “No es una guerra, es genocidio”

(Photo:Ashraf Amra/Anadolu via Getty Images)
- El hambre es “silenciosa” , pero igual de asesina. Es el enemigo más destructivo dentro de la guerra entre Israel y Hamás porque afecta a todo el mundo y particularmente a los niños, sin darles tregua.
Por Prensa Atlanta Global
Tras casi dos años de guerra entre Israel y Hamás, Gaza está en ruinas. Dentro del caos, un fenómeno social preocupante está ocurriendo: el conflicto bélico está causando el hambre de niños inocentes, poniendo en riesgo latente su salud y en consiguiente, sus vidas.
Este hecho ha sido expuesto y denunciado por expertos en el tema durante la videoconferencia denominada: “Alimentar a los niños de Gaza: cuando el hambre es un imperativo moral”.
La reunión virtual fue realizada por la organización de medios American Community Media, donde participaron como ponentes un experto en hambruna, un periodista, quien compartió sus observaciones tras visitar Gaza y un investigador de Amnistía Internacional.
Los analistas destacan que lo que está ocurriendo en GAZA, “no es una crisis alimentaria sino una hambruna” y que no es una guerra entre Israel y Hamás, sino un genocidio alarmante.
CIFRAS PREOCUPANTES
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, más de 60.000 personas han muerto durante la guerra, 18.000 de las víctimas son niños. La mayoría de los 2 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados, no tienen hogar, carecen de agua potable. Tampoco cuentan con acceso regular a alimentos. Durante meses, muchos se han enfrentado a lo que las agencias internacionales describen ahora como “niveles catastróficos de hambre”.
A pesar de las reiteradas negaciones de las autoridades israelíes, el consenso mundial es claro: Gaza está al borde de la hambruna.
Líderes religiosos, grupos humanitarios y jefes de Estado de todo el mundo, incluido el presidente Donald Trump, han reconocido que la hambruna está ocurriendo.
- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), solicitó hace unos días que se incrementara el tráfico humanitario y comercial hacia Gaza, instando a “inundar la Franja con suministros utilizando todos los canales y todas las puertas” para combatir el aumento vertiginoso de las tasas de mortalidad que acompañan a los bloqueos de la ayuda, la guerra y el hambre.
IDENTIFICANDO EL NIVEL DE HAMBRUNA
Alex de Waal, director ejecutivo de la World Peace Foundation, experto en hambruna y atrocidades masivas de la Facultad Fletcher de Derecho y Diplomacia de la Universidad de Tufts, dijo que entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024, se alcanzó el nivel de hambruna en Gaza, mientras que la IPC (The Integrated Food Security Phase Classification) y FEWS NET (Famine Early Warning System network) advirtieron que estos niveles estaban a punto de rebasarse.
“Estados Unidos presionó a Israel para que proporcionara más asistencia y mantuviera la hambruna por debajo de ese umbral”, sostuvo.
Sin embargo, señaló, que en los últimos meses han visto un colapso total de la disponibilidad de alimentos.
“Esto comenzó a principios de marzo y a mediados de mayo, cuando se permitió la entrada de algunos alimentos. Pero para entonces, las reservas de alimentos habían bajado tanto que era necesario no solo dar suficiente comida para todos, sino también dar más”.
(Photo: Omar AL-QATTAA / AFP)
Además expuso que el 20% más pobre de la población, es el que está realmente en riesgo, y son los últimos en obtener alimentos del mercado o de la distribución general. Advirtió que el IPC dijo que se estaba desarrollando el peor escenario posible de hambruna.
Destacó que “estamos en ese punto de escalada, y a medida que se intensifique, el número de niños, en particular los que pasan hambre, aumenta rápidamente cada día, y será mucho más difícil estabilizar la situación y normalizarla”.
De Waal, destacó que la Fundación Humanitaria para Gaza ha logrado que las Naciones Unidas dispongan de unos 400 centros y un sistema fiable que da confianza de que, incluso si no reciben alimentos hoy, los recibirán mañana.
Sin embargo, recalcó, que los cuatro centros de distribución segura de alimentos de la Fundación Humanitaria para Gaza se encuentran muy distante. Y que solo se puede garantizar seguridad alimentaria a medida que los alimentos y los artículos lleguen a su destino.
“La gente no tiene seguridad. Más de 800 personas han muerto intentando conseguir comida. Así, los pobres y vulnerables no pueden obtener alimentos. Son los fuertes los que los consiguen” , expresó.
(Photo:Abed Rahim Khatib/Anadolu via Getty Images)
“HAY UNA SITUACIÓN MUY GRAVE”
A su turno, Budour Hassan, investigadora de Amnistía Internacional sobre Israel y Palestina desde 2022, dijo que la situación en Gaza, incluso antes del 7 de octubre, era realmente grave, al menos en términos de las restricciones de entrada y suministro de alimentos impuestas por Israel.
“La situación que hemos presenciado desde entonces no tiene precedentes para los palestinos, al menos en términos de escala, pero es algo que hemos visto manifestarse durante décadas. Y ahora estamos presenciando lo peor”.
Hassan indicó que Amnistía publicó un informe que afirmaba que Israel estaba cometiendo genocidio contra los palestinos en Gaza en diciembre de 2024, basado en un patrón de conducta de las fuerzas israelíes, y también en una gran cantidad de declaraciones.
“Analizamos más de 100 declaraciones de funcionarios israelíes cuyo papel es fundamental para la continuación de las operaciones militares en Gaza. Uno de los aspectos que estudiamos fueron los patrones de infligir daños a las condiciones de vida del grupo. Nos centramos en esta mezcla mortal de hambre y enfermedad, especialmente en febrero y marzo de 2024, que era más tangible y visible en el norte de la Franja de Gaza, la zona de la que se ordenó a la gente salir muy temprano durante el genocidio”.
Budour Hassan, explicó que ahí se impusieron restricciones aún más estrictas al ingreso de alimentos y suministros médicos, y aunque obviamente las dificultades para acceder a los alimentos eran generalizadas para todos en ese momento, la situación en el Norte era particularmente negativa.
“En febrero y marzo, presenciamos que las fuerzas israelíes permitían la entrada a Gaza de camiones con harina y otros tipos de ayuda o suministros comerciales al amanecer, mientras la gente moría de hambre y desesperación”.
Dijo que quedó claro que se estaba produciendo un proceso de deshumanización, en un área muy pequeña de 365 kilómetros cuadrados, con vínculos familiares muy estrechos. “Existe un tejido social muy fuerte, cohesión, unión y apoyo comunitario, pero luego empiezas a ver los cambios en la sociedad una vez que la necesidad de sobrevivir individualmente o de salvar a la familia, y la lucha por los escasos recursos permitidos empieza a surgir”.
El testimonio de un periodista:
“LAS PERSONAS ESTÁN SIENDO TORTURADAS ANTE TUS OJOS”.
- Afeef Nessouli, un periodista, quien estuvo desde el 27 de marzo hasta 3 de junio como voluntario en Gaza apoyando a GLIA, una organización de solidaridad médica, describió la situación que observó durante su visita.
“Estamos hablando de personas que eran rescatadas de entre los escombros, o que recibían disparos, o que eran alcanzadas por un dron cuadricóptero” , dijo.
Nessouli, descubrió que -días después de su visita- en el mes de abril, las personas estaban tan demacradas y delgadas que lucían “en los huesos”.
“Para cuando llegó abril, yo estaba dando entrevistas en Aljazeera (o como quiera que se llame) diciendo estadísticas como que el 83 % de las tierras de cultivo no son cultivables y que el 83 % de las flotas pesqueras han sido destruidas por la ofensiva israelí.Estaba viviendo y respirando allí, entendiendo lo que eso significa” , narró.
Y señaló que el alza de precios en el mercado es preocupante. “Lo que antes costaba, por ejemplo, un kilo de cebollas… antes un kilo de cebollas costaba unos 3 dólares; ahora, cada cebolla cuesta como si fueran esos 3 dólares, cada una. Así que los precios fluctúan, pero se disparan. No hay suficiente efectivo”. Incluso, dio como ejemplo su propia experiencia.
“No pude entrar a Gaza con más de 280 dólares, así que ni siquiera yo tenía efectivo para organizarme y conseguir comida”,destacó.
Y narró que tomó la iniciativa de llevar una maleta llena de latas de atún, que repartió a la gente. “Y terminé perdiendo 12 libras mientras estuve allí. Vivirlo, respirarlo y experimentarlo te hace comprender realmente que no te está pasando a ti, sino que estás presenciando el sufrimiento extremo de las personas. Están siendo torturadas. No hay otra forma de decirlo… ¡Están siendo torturadas ante tus ojos!”, exclamó.
Para ver la videoconferencia ingrese al siguiente video:

