EL CASO MÍA CAMPOS: ENTRE LA TRAGEDIA Y LA SED DE JUSTICIA

Por Irene Diaz-Bazán
Prensa Atlanta Global
LOGANVILLE, GEORGIA.-
Sentada en el comedor de su casa, Miriam Zárate recuerda con profundo amor a su hija Mía, quien falleció a los 16 años de edad, el 14 de julio de 2024. Mía estaba embarazada de casi ocho meses y, junto a su familia, preparaba el ajuar del bebé y la celebración de su baby shower. Este 27 de abril, Mía cumpliría 17 años y sería la feliz madre de Sebastián.
El inmenso dolor por su temprana pérdida, y la de su nieto no nacido, ha dejado marcas imborrables en el alma de Miriam, madre de cinco hijos. Marcas que ha tatuado con los nombres de Mía y Sebastián para recordar que su amor por ellos es infinito y que, según dice, “la mantienen viva”.
“Ella era la más chica, la más alegre, la que amaba a los animales”, comenta. “Es un dolor terrible aquí”, dice señalando su pecho.
Este 4 de abril, Miriam recibió un duro golpe al enterarse de que el presunto autor de la muerte de su hija y de su nieto, Jesús Monroy, tendría luz verde para salir en libertad tras pagar una fianza de 150,000 dólares.
Mía falleció el 14 de julio de 2024 por asfixia. Había salido, según dijo, a una estación de gasolina, pero nunca regresó.
“Ella le avisó a su hermano (Alexis) que saldría a una gasolinera, y nunca más la vimos con vida”, dice su madre, mostrando decenas de fotografías que conserva en su teléfono celular y que también decoran su hogar.
EL HALLAZGO
Mía fue encontrada en una zona boscosa por sus propios padres. Una aplicación en su celular condujo a su madre hasta el lugar donde yacía sin vida.
“Nunca olvidaré ese terrible domingo. Yo la encontré tirada, pensé que estaba desmayada. Le agarré su pancita pero… pero ya no se movía”, expresa Miriam al recordar la noche más fatídica de su vida.
Mía Campos fue hallada muerta en una zona boscosa cerca de su casa en Loganville. La fiscalía alega que Monroy la sacó de su hogar a altas horas de la noche. Eran aproximadamente las 10 p. m. cuando, se presume, la estranguló y abandonó su cuerpo en el bosque.
LIBERTAD BAJO FIANZA
Este viernes 4 de abril, Jesús Monroy, de 20 años, recibió libertad bajo fianza por segunda vez.
Monroy ya se encontraba en libertad tras pagar $50,000 de fianza por cargos de asesinato y feticidio, cuando un gran jurado, en febrero de 2025, presentó cinco nuevos cargos en su contra por delitos graves, incluyendo estupro, abuso sexual infantil y seducción de menores con fines indecentes.
Fue detenido nuevamente y recluido en la cárcel del condado de Gwinnett. Tras una audiencia celebrada el miércoles 2 de abril, la jueza del Tribunal Superior, Tuwanda Rush Williams, emitió una orden que permite su liberación si paga una fianza de 150,000 dólares. Según la orden, el sospechoso deberá permanecer bajo arresto domiciliario, usar un dispositivo electrónico en el tobillo y no tener contacto con la familia de la víctima ni con testigos.
“DECEPCIÓN POR EL FALLO”
A través de un comunicado, la fiscal de distrito del condado de Gwinnett, Patsy Austin-Gatson, expresó su decepción ante el fallo de la jueza Williams.
“Como resultado de que se le haya concedido nuevamente la libertad bajo fianza al acusado, incluso con cargos adicionales, la Fiscalía continuará luchando por la justicia y la rendición de cuentas por el atroz crimen de asesinar a una madre adolescente embarazada y a su hijo”, declaró Austin-Gatson.
“No estamos de acuerdo con conceder la libertad bajo fianza en casos como este, pero presentamos el caso ante el tribunal y este emitió su fallo. Le aseguramos a la familia que la Fiscalía luchará y logrará justicia. El acusado tiene un derecho legal y se presume inocente hasta que se demuestre su culpabilidad. Probaremos su culpabilidad más allá de toda duda razonable”.
Sobre el fallo, Miriam Zárate Campos afirma que continuará apelando por justicia.
“Son dos vidas, son dos personas que nos fueron injustamente arrebatadas. Seguiremos buscando justicia para que su crimen no quede impune”, dijo a Prensa Atlanta Global el día del fallo.
Durante la audiencia, celebrada en la Sala 3D de la corte de Gwinnett, previa a la decisión de otorgar la fianza, Miriam, su esposo Eduardo y su hijo leyeron mensajes ante la jueza Williams, expresando el profundo dolor ante la pérdida irreparable de Mía.
Alexis declaró que Monroy “nunca mostró interés en hacerse responsable por su hijo y que, incluso, le dio a mi hermana una pastilla para que abortara”.
La fiscal Megan Matteucci instó al tribunal a denegar la fianza, calificando a Monroy como un peligro para la comunidad y una amenaza para el caso.
“Le dijo a Mía que borrara los mensajes de su teléfono. Le dijo que vaciara la papelera. Él mismo borró los mensajes y mintió a las autoridades”, declaró Matteucci. “Abusó de una niña de 15 años, la embarazó y luego la mató a ella y a su bebé nonato”, sostuvo.
AFERRADOS A SU FE
Mía solía trabajar con su mamá. Eran muy cercanas y pasaban mucho tiempo juntas. Su madre dice que era la luz y alegría del hogar.
“Era una niña feliz, que amaba bailar y jugar con sus gatos y perros… Nunca me imaginé que la perderíamos de esta manera”.
Cada domingo, Miriam y su esposo Eduardo acuden a la iglesia católica San Lorenzo en Lawrenceville, en busca de paz y resignación.
“Mi hija falleció un domingo. Para mí son los días más terribles de la semana. A veces son insuperables… solo Dios nos puede ayudar”, dice, aferrada a su fe, mientras aguarda sigilosa por la justicia de los hombres.

