Fallece el gorila más viejo del mundo en zoo de Atlanta
La causa de la muerte de Ozzie no se dio a conocer de inmediato, aunque el animal había comenzado a mostrar falta de apetito la semana pasada
El gorila más viejo del mundo, de nombre Ozzie, fue encontrado sin vida por su equipo de cuidadores en el zoológico de Atlanta, anunciaron funcionarios del zoológico. Ozzie tenía 61 años.
La causa de la muerte de Ozzie no se dio a conocer de inmediato, aunque el animal había comenzado a mostrar falta de apetito la semana pasada, informó el zoológico en un comunicado de prensa. El equipo veterinario del zoológico atendió a Ozzie por síntomas como hinchazón facial, debilidad e incapacidad para comer o ingerir fluidos.
Ozzie, un gorila de llanura, era el ejemplar macho más viejo del mundo y el tercero de mayor edad.
“Esta es una pérdida devastadora para el Zoológico de Atlanta”, dijo Raymond Kind, presidente y director general del zoológico. “Las contribuciones de la vida de Ozzie son indelebles, en las generaciones de individuos que deja en la población de gorilas y en el conjunto de conocimientos que deja al mundo en el cuidado de su especie”.
El Servicio de Patología de Animales Exóticos y Zoológicos de Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Georgia realizará la necropsia, según el comunicado de prensa.
Ozzie era el único sobreviviente de una generación que fue llevada al Zoológico de Atlanta con la apertura de la sección Ford African Rain Forest en 1988. Se convirtió en el primer gorila del mundo en participar en una lectura voluntaria de la presión arterial en 2009.
Al primate le sobreviven siete descendientes en el zoológico de Atlanta y muchos más en otros zoológicos de Estados Unidos y Canadá, señala el comunicado de prensa.
Los gorilas de llanura son considerados una especie amenazada debido a la caza furtiva, la pérdida de hábitat y una drástica reducción de su población a causa de enfermedades. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, su población ha disminuido un 60% y hasta un 90% en algunas partes de África occidental.