Feminicidio: Un flagelo difícil de atajar
REPORTAJE ESPECIAL
FEMINICIDIO: UN FLAGELO DIFÍCIL DE ATAJAR
Por Irene Díaz-Bazán editorprensatlanta@gmail.com
ATLANTA, GEORGIA.-
Vidas arrebatadas, familias rotas y un llamado urgente a la justicia. El feminicidio ha cobrado la vida de varias mujeres en el estado de Georgia. La mayoría de casos son delitos aberrantes, los cuales tienen un común denominador entre las víctimas: son mujeres, jóvenes y, en su mayoría, son hispanas.
A inicios del 2024, el Centro de Justicia Social (Social Justice Center, SJC), emitió una declaración sobre el reciente aumento de casos de feminicidio en el estado de Georgia, pidiendo al Gobierno que fortalezca significativamente las políticas destinadas a la prevención sistémica de la violencia contra la mujer.
A pesar de la estricta política sobre violaciones contra las mujeres y violencia doméstica, la tasa de asesinatos e intentos de asesinato de mujeres sigue siendo alta y preocupante.
EN CIFRAS
Según la ONU, cada día 140 mujeres y niñas son asesinadas por alguien cercano a ellas. Eso significa un feminicidio cada 10 minutos.
A fines de noviembre del 2024, se publicó un documento elaborado por ONU Mujeres y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). El informe revela que un total de 85.000 mujeres y niñas fueron asesinadas intencionadamente en 2023. El 60% de estos homicidios, 51.000, fueron cometidos por parejas íntimas u otros miembros de la familia.
EN GEORGIA
En Georgia, las cifras son alarmantes. De 2018 a 2022 se identificaron 183 casos de asesinato y tentativa de asesinato de mujeres “66 de ellos fueron calificados como feminicidio”, – se lee en el comunicado, señalando que en 34 de 66 casos, el tribunal emitió el veredicto de culpabilidad.
CICLO DE VIOLENCIA CON TERRIBLE CONSECUENCIA
En octubre de este año 2024, la madre mexicana, Mariana Vilchez dejó a sus hijos en el paradero del bus escolar. Minutos después fue asesinada de un disparo en el rostro por el padre
de sus cuatro hijos. El crimen de Mariana ocurrió en la puerta de su apartamento en Gwinnett Station Circle cerca de Old Norcross Tucker Road en la ciudad de Tucker.
Su padre, Gabriel Vilchez, expresó que horas antes del asesinato de su hija, ésta le había dejado saber su intención de separarse de Aarón Guillen con quien vivía una relación tormentosa. Tras ser recluido en la cárcel de Gwinnett, Guillén enfrentó cargos de homicidio doloso, homicidio grave, agresión agravada y posesión de arma de fuego durante la comisión de un delito grave.
“Ella (su hija Mariana) me dijo que se quería separar y que no quería verlo. Hace apenas unas horas yo vine al apartamento y le dije que viniera a nuestra casa”, dijo devastado Gabriel Vilchez a Prensa Atlanta.
El progenitor comentó que en varias ocasiones Guillén le había quitado el teléfono a Mariana y que su hija vivía atemorizada.
Según récords del Departamento de Policía de Gwinnett, Aarón Guillén, había estado detenido por agresión agravada en contra de Mariana Vilchez, incluso tenía una orden de restricción.
EL CRIMEN QUE ABRIÓ EL DEBATE MIGRATORIO
Laken Riley, una estudiante de enfermería, fue atacada hasta la muerte en el campus de la universidad de Georgia mientras estaba trotando. Su caso encendió el debate migratorio, ya que el acusado, José Ibarra, es un inmigrante indocumentado.
Ibarra, de origen venezolano, fue acusado de asesinato y otros delitos por la muerte de Riley en febrero del 2024. El veredicto de culpabilidad fue emitido por el juez del Tribunal Superior del Condado de Athens-Clarke, H. Patrick Haggard.
MIA CAMPOS, LA ADOLESCENTE EMBARAZADA
La adolescente Mía Campos, tenía ocho meses de gestación, cuando murió asfixiada. Desde el día de su muerte en julio del 2024, sus padres, Eduardo y Miriam Campos, toman pancartas y exigen justicia por la muerte de su hija y de su nieto no nacido quien llevaría el nombre de Sebastián.
El cuerpo de Mia fue encontrado en una zona boscosa en Loganville, Georgia, a poco más de 30 millas al este de Atlanta. Una autopsia realizada encontró que la causa de la muerte de Campos fue “asfixia por compresión del cuello”. La adolescente tenía 38 semanas de embarazo en el momento del asesinato, informaron las autoridades. El principal sospechoso de su muerte es Jesús Monroy, quien fue puesto en libertad tras pagar fianza.
CADENA PERPETUA PARA EL ASESINO DE SUSANA MORALES
Susana Morales, de 16 años de edad, fue asesinada por un expolicía que hoy cumple cadena perpetua. En junio del 2024, el juez condenó a Myles Bryant a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. La sentencia se produjo luego de que familiares de Morales dieran emotivas declaraciones ante el juez del tribunal.
Tras el veredicto, Maria Bran, madre de Susana Morales, dijo que “aunque nadie podrá devolverme a mi hija, el asesino estará el resto de su vida pagando en la cárcel”.
El fiscal Brandon Delfunt le dijo al jurado que Bryant, quien era oficial de policía en ese momento, traicionó su placa y su juramento. Bryant secuestró a Morales, intentó violarla y luego arrojó su cuerpo desnudo y sin vida en el bosque junto a la autopista 316. El homicidio atroz, causó conmoción en Georgia y a nivel nacional.
LOS PROBLEMAS COMIENZAN MUCHAS VECES EN LA NIÑEZ
Los expertos en salud mental, señalan al machismo y la desigualdad como causas profundas del feminicidio. La psicoterapeuta, Marisol Mercado, expresa que muchas veces los traumas de las mujeres están ligados a sus experiencias de vida a temprana edad.
“Creo que comienza cuando la mujer de niña sufrió algún trauma relacionado con la conexión con varones, con su padre, o cosas que atentaron contra su integridad. Las mujeres están en riesgo cuando tienen problemas de autoestima baja, cuando se proponen una meta y no pueden alcanzarla, cuando no confían en otras mujeres”, sostiene. “Incluso, cuando no tienen amistades saludables con otras mujeres, podemos ver que tienen un problema emocional que tiene que prestarse atención.
Es decir, las relaciones que las mujeres desarrollamos con los homnbres son el reflejo de nuestra salud mental”,agrega.
¿FALTA DE JUSTICIA?
Aunque existen leyes y programas para combatir la violencia de género en el estado de Georgia, muchas familias denuncian la falta de justicia. Mirian Campos asegura que Jesus Monroy de 20 años de edad, sospechoso de la muerte de su hija, está libre tras pagar fianza. “Me siento decepcionada, dolida, frustrada porque no se me hace justo. Estamos hablando de dos vidas, de mi hija y la vida de mi nieto. Esto no es justo”. A Monroy le fue impuesta una fianza de $56,000 dólares. “Sin embargo pagó 100 dólares y al amanecer del 29 de agosto del 2024, salió caminando de la cárcel del condado Gwinnett… ¿Cómo es posible esto?”, se cuestiona la madre de la joven víctima.
SUS PAREJAS, SUS VERDUGOS
Un caso similar ocurrió en Gainesville, en el condado de Hall, cuando Juana Carmelo José, una guatemalteca de 22 años de edad, quien estaba embarazada, fue asesinada en su casa. Su cuerpo fue hallado sin vida sobre su cama, en su dormitorio al lado de su hija de un año y medio de edad. Las autoridades dijeron que condenaron a su verdugo, Max Rocael Calel-Sanic en el condado de Hall, quien purga condena.
La hermana de la víctima, Magdalena Carmelo, dijo a Prensa Atlanta, que no entendía “por qué ese hombre malvado arrebató la vida de su joven hermana quien tenía mucha ilusión de conocer a su segundo hijo y que el sospechoso apenas conocía a su hermana fallecida.
En julio del 2024, el Departamento de Policía de Roswell arrestó a Juan Inga Bruno, de 32 años, por la muerte de su novia, Andreily Acacio Rodríguez, de 27 años de edad. El crimen ocurrió en Champions Green Apartments, un complejo de apartamentos en Belmont Drive.
A finales de octubre, Minelys Rodríguez de 25 años de edad de quien había sido reportada como desaparecida tras salir de un Walmart en Georgia, fue hallada sin vida.
Horas más tarde, los agentes de GBI y los investigadores de la Oficina del Sheriff del Condado de Habersham confirmaron el hallazgo de los restos que se cree son de la joven.
Un hombre identificado como Angel DeJesus Rivera-Sanches, de 24 años de edad, fue arrestado el 28 de octubre y fue acusado de secuestro y asesinato en relación con la muerte de la joven influencer.
En noviembre del 2024, el cuerpo de Carmen Escalante, una mujer de Florida fue encontrado desmembrado en una maleta en Georgia, con signos de estrangulamiento y violencia extrema. Las autoridades arrestaron a Jorge Quintero, pareja de la víctima. El sospechoso fue arrestado tras una persecución que culminó en un tiroteo con agentes federales en Alabama.
En diciembre del 2024, al finalizar este reportaje, la policía de Gwinnett convocó a una conferencia de prensa la madrugada del 21 de diciembre. Una nueva víctima de feminicidio había fallecido a manos de su exesposo, padre de su hijo. Se trata de Jackmerly Hernández Rodríguez, quien perdió la vida de por lo menos un disparo en su vivienda en Norcross.
La víctima, quien se habia mudado de su natal Venezuela a Estados Unidos, dejó huérfano a un niño de 10 años de edad.
La Policía de Gwinnett busca a Victor José Yararure Murillo principal sospechoso de la muerte de Jackmerly Jouselis Hernández Rodríguez.
De acuerdo con la policía, tanto la víctima como el sospechoso vivían en la misma residencia en Creeldale Drive NW y estaban divorciados. Después del tiroteo, el sospechoso, Víctor José Yaraure Morillo, huyó de la escena en un Toyota Corolla negro del año 2016.
IDENTIFICAR EL CICLO DE VIOLENCIA
La oficial Lina García del Departamento de Policía de Chamblee, describe el ciclo de violencia que se produce antes de ocurrir un homicidio. Las constantes fricciones de pareja representan un punto detonante.
“Podemos identificar el ciclo violento que básicamente tiene tres pasos”, dice. Estas etapas son:
- La etapa de luna de miel, donde todo es
- Factores estresantes: el agresor se siente estresado y ataca con críticas a su La hace sentir mal con sus palabras.
- Explosiones de agresividad , el agresor agrede físicamente a la víctima.
La oficial García externa su preocupacion en casos recurrentes de violencia y recuerda el asesinato de una madre embrazada de nueve meses y acuchillada por su esposo en Chamblee. “Había indicios de violencia doméstica. Hablamos con la víctima y le alertamos de la situación delicada en la que estaba, sin embargo, ella no tomó cartas en el asunto”.
Asimismo, el portavoz de la policía de Gwinnett, Juan Madiedo, dice que las mujeres latinas se muestran renuentes a denunciar a sus agresores. Prefieren callar porque muchas veces se sienten económicamente protegidas por sus parejas.
Mediedo exhortó a las mujeres hispanas a denunciar actos de agresión en su hogar.
“Las mujeres hispanas generalmente no quieren denunciar. A ellas les digo: ‘si eres víctima de violencia doméstica debes denunciar. No calles. Estamos en Estados Unidos, no tengas miedo, aquí no nos importa tu estatus migratorio…pero NO te quedes callada, quien te agrede debe pagar..”, exhorta.
CADA VIERNES, UNA PROTESTA
Organizaciones defensoras de la vida y que abogan porque se encuentren a la brevedad posible a personas desaparecidas, claman justicia porque los autores de los crímenes reciban todo el peso de la ley.
“Seguiremos haciendo nuestras protestas demandando justicia para que no existan más casos como estos”, asegura Melissa Marrero de la organización We Latinos LLC.
“No estamos en contra del pago de fianzas, queremos que cuando se trata de victimas latinas, las fianzas sean justas”, dice la activista Natalie Ponce.
Las organizaciones comunitarias solicitan a la administración de justicia imponer penalidades más severas contra los agresores y educación para prevenir estos crímenes. Los activistas quienes se movilizan y protestan constantemente frente las oficinas administrativas de la corte de Gwinnett, critican a los fiscales que permiten que autores de crímenes salgan en libertad tras el pago de fianza.
Natalie Ponce, activista de la organización We Latinos, hace un llamado a la acción a la sociedad para proteger la vida de las mujeres… “No vamos a dejar de reclamar por la vida de las personas que fallecieron injustamente, la justicia no puede esperar!
NO HAY EXCUSA
#NoHayExcusa, ¡juntos podemos eliminar la violencia contra las mujeres!
Norma Mendoza, directora del Centro Familiar Contra la Violencia en Cherokee, Georgia, destaca que en los Estados Unidos, 1 de cada 3 latinas ha sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja.
“La violencia contra las mujeres es un problema de salud social que afecta a todas las comunidades y que no es un problema solo de mujeres. La prevención, intervención y erradicación debe ser responsabilidad de todos los miembros de la sociedad”, sustenta.
Y es que, informarse sobre el problema, conocer recursos disponibles para las víctimas y educar a futuras generaciones sobre relaciones saludables, equidad de género y derechos humanos es una forma de unirse al movimiento para que juntos como sociedad podamos erradicar el problema.
LÍNEA DE AYUDA
Si necesita más información llame a la línea de ayuda estatal para las víctimas de la violencia doméstica al 1-800-334-2836 y marque la opción 2 para español. La línea es confidencial y está disponible las 24 horas.
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