Este lunes iniciará el juicio contra acusado de matar a niña de 8 años durante protestas en Atlanta

ATLANTA.– Este lunes iniciará el juicio contra Julian Conley, acusado de asesinato por la muerte de Secoriea Turner, una niña de 8 años que fue baleada el 4 de julio de 2020 mientras viajaba en una camioneta cerca del restaurante Wendy’s donde semanas antes un policía había matado a Rayshard Brooks, un joven afroamericano de 27 años.
Conley enfrenta cargos por homicidio, asalto agravado, posesión ilegal de armas y vínculos con pandillas, relacionados con el tiroteo que terminó con la vida de la menor.
En el mismo caso, Jerrion McKinney fue sentenciado este miércoles a 40 años de prisión, de los cuales cumplirá 20, tras declararse culpable de asalto agravado y delitos relacionados con armas y pandillas. Aunque McKinney no fue acusado de asesinato, la fiscalía sostuvo que tanto él como Conley tenían nexos con la pandilla Bloods.
El crimen ocurrió en medio de las protestas contra la brutalidad policial tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis. En Atlanta, el restaurante Wendy’s donde Brooks murió a manos de un policía blanco fue incendiado y ocupado por manifestantes durante varias semanas. En el lugar se instalaron barricadas con hombres armados que bloqueaban el acceso de vehículos. Según las autoridades, la camioneta donde viajaba Secoriea con su madre y un amigo fue atacada a balazos al acercarse a una de esas barricadas.
Durante la audiencia, McKinney aseguró no haber lastimado a la niña y negó pertenecer a una pandilla. Sin embargo, la jueza del Tribunal Superior del condado de Fulton, Rachelle Carnesale, rechazó una petición de su defensa para reducir la condena a cinco años y respaldó la recomendación de la fiscalía.
La madre de Secoriea, Charmaine Turner, rompió en llanto al declarar en la corte. “Secoriea era mi corazón, mi razón de vivir. Mi vida cambió para siempre cuando la mataron”, expresó.
En paralelo, los padres de la menor mantienen una demanda civil presentada en 2021 contra la ciudad de Atlanta y sus autoridades, a quienes acusan de negligencia por no impedir la presencia de vigilantes armados en la zona de protestas, situación que habría permitido el crimen.






