SINT MAARTEN.— Momentos de tensión y angustia vivieron los 164 pasajeros del vuelo WS2276 de WestJet, cuando la aeronave, un Boeing 737-800 procedente de Toronto, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional Princesa Juliana, en la isla de Sint Maarten.

El incidente ocurrió el domingo, cuando durante la aproximación final el piloto declaró una emergencia de tipo “mayday” y solicitó la presencia inmediata de los equipos de rescate en tierra. Minutos después, el avión impactó de forma violenta contra la pista, provocando daños visibles en la parte inferior del fuselaje.

Aunque no se registraron heridos, los pasajeros permanecieron a bordo más de una hora antes de ser evacuados, en medio de un ambiente de incertidumbre y nerviosismo.

De acuerdo con las primeras informaciones, las condiciones meteorológicas eran favorables en el momento de la maniobra, por lo que la Junta de Seguridad en el Transporte de Canadá (TSB) abrió una investigación formal para determinar las causas del aterrizaje brusco.

El organismo señaló que cualquier hallazgo relevante será informado públicamente en el transcurso de las indagaciones. El caso ha despertado preocupación en la comunidad aeronáutica internacional, dado que el aeropuerto de Sint Maarten es uno de los más concurridos del Caribe y famoso por su aproximación sobre la playa Maho, un punto turístico que atrae a miles de visitantes.

A pesar del susto y los daños materiales, el hecho no dejó víctimas, lo que ha sido considerado un desenlace milagroso para un episodio que pudo haber terminado en tragedia.