Robo relámpago en el Louvre: ladrones se llevan joyas imperiales de Napoleón en apenas cuatro minutos

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París, Francia. — En un audaz golpe digno de película, un grupo de ladrones perpetró un robo millonario en el Museo del Louvre el pasado domingo, llevándose en apenas cuatro minutos un conjunto de joyas imperiales de incalculable valor histórico y artístico.

De acuerdo con las autoridades francesas, los delincuentes utilizaron una plataforma elevadora para escalar la fachada del museo, forzar una ventana y romper las vitrinas que contenían las valiosas piezas. El atraco se produjo en pleno día, unos 30 minutos después de la apertura del museo, mientras los visitantes recorrían las galerías más famosas del mundo.

El robo ocurrió a escasos 250 metros de la Mona Lisa, una de las obras más protegidas del planeta. La ministra de Cultura, Rachida Dati, calificó el hecho como una operación “altamente profesional”, destacando la precisión con la que fue ejecutada.

Entre los objetos sustraídos se encontraban ocho joyas históricas, incluyendo una tiara de zafiros, un collar y un pendiente pertenecientes a las reinas Marie-Amélie y Hortense, así como un conjunto de esmeraldas de la emperatriz Marie-Louise, segunda esposa de Napoleón Bonaparte. También fueron robadas piezas que pertenecieron a la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, entre ellas su diadema imperial y un broche en forma de lazo de corsage.

Una de las joyas más emblemáticas, la corona imperial de Eugenia, engastada con más de 1,300 diamantes y esmeraldas, fue encontrada horas después fuera del museo, dañada y fragmentada.

Imágenes difundidas por medios locales mostraron a turistas desconcertados siendo evacuados del recinto, mientras la policía acordonaba las inmediaciones y cerraba el acceso a las calles cercanas al río Sena.

Las autoridades investigan cómo los ladrones lograron ingresar con una plataforma elevadora hasta la fachada principal sin ser detectados. Expertos en seguridad señalan que el hecho revela vulnerabilidades preocupantes en el sistema de vigilancia del Louvre, uno de los museos más visitados del mundo.

Por ahora, ningún sospechoso ha sido detenido, y la Brigada de Patrimonio de la Policía de París trabaja junto con Interpol para localizar las joyas faltantes y dar con los responsables de uno de los robos más audaces en la historia reciente del arte.

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