CONDADO DE DEKALB, Georgia.-

Para los Zavala,  recordar la violenta muerte del menor de la familia, sigue siendo una pesadilla, una herida al rojo vivo.
Brayan Zavala de 12 años de edad, fue asesinado a tiros en la puerta de su casa en Riverdale, Georgia, el pasado 15 de octubre. Sus padres aún buscan que las autoridades capturen al sospechoso y exigen que su crimen no quede impune.
Así como como estos hispanos; otros  también lloran las pérdida de sus hijos debido a la violencia con armas de fuego en el área metropolitana de Atlanta.

Recordar las cortas vidas de estos niños asesinados es importante para Georgeta Morton, quien decidió rendirles tributo a través de The Secoriea Turner Memorial Garden un muro–jardín conmemorativo lleno de fotografías  con los rostros de las pequeñas e inocentes víctimas donde familias y miembros de la comunidad pueden colocar sus ofrendas florales y mensajes.

“SOY BRAYAN ZAVALA” 
Una de estas imágenes es la del menor hispano Brayan, quien falleció días antes de su cumpleaños número 13. La organizadora de este espacio dedicado a estos niños, siente profunda empatía con las víctimas y sus familias.

“La violencia con armas de fuego contra los niños se ha descontralado tanto y nadie dice ni hace nada al respecto”, dice Georgeta Morton quien comenzó este proyecto cuando la pequeña Secorea Turner de 8 años de edad, murió por un impacto de bala cuando iba a bordo de un auto con su madre durante la protesta por Rayshard Brooks.
Morton nunca había conocido a los padres de Secorea ni a los de Brayan Zavala pero, asegura, que no podía permanecer en silencio tras de ver cómo mataban a un niño tras otro.

El sábado 27 de febrero,  Santiago Zavala su esposa Maria Carmen García y sus hijos Jesús y Kimberly, se enteraron de este lugar de recordación  ubicado en el 2532 Wesly Chapel Road en Decatur. Los Zavala llegaron  portando flores y pancartas alusivas a la muerte de Brayan.  “Necesitamos justicia para Brayan Zavala”, “La policía no ha hecho nada”, “Extrañamos a nuestros niños, ayúdenos a encontrar paz”,  “protestamos por todos los niños que inocentemente perdieron sus vidas”, decían los mensajes escritos y expuestos por la familia Zavala-García, que lleva cuatro meses buscando que la policía de Clayton actúe. “Aun no atrapan al que mató a mi hijo y ya pasaron más de cuatro meses”, dice Santiago, un padre con sed de justicia.
Zavala, pintó de anaranjado y azul el zócalo del jardín dedicado a su hijo y a otros niños caídos en actos violentos con armas de fuego. “Son los colores de GoKu, el personaje favorito de mi niño de la serie Dragon Ball”, dice su progenitor,  aún abatido por la ausencia del tercero de sus hijos.

Consultado por Prensa Atlanta, el Departamento de Policía de Clayton, dijo a través de un correo electrónico  que los detectives investigan el caso.

En julio del 202o, al menos cinco niños murieron en tiroteos en todo Estados Unidos durante el fin de semana festivo. Estos hechos exhortaron a que funcionarios pongan fin a la violencia armada que sigue afectando a las comunidades.

Los menores de entre 6 a 14 años, fueron asesinados a tiros mientras realizaban actividades cotidianas como  viajar en el automóvil de una madre, caminar en un centro comercial y jugar en el patio con sus primos, según un reporte de CNN.