“ABUSARON DE MI ESPOSO Y AHORA SE QUIERE QUITAR LA VIDA”

POR PRENSA ATLANTA
GAINESVILLE, GEORGIA.-
Una madre hispana se encuentra devastada por la situación que presuntamente vive su esposo, Antonio Aguirre Villa, al interior del centro de detención migratorio Folkston en Georgia.
Clara Ruiz de Aguirre, denunció ante las cámaras de Prensa Atlanta Global que su esposo fue presuntamente abusado sexualmente en las instalaciones de este reclusorio y que “en su desesperación” había intentado quitarse la vida.
“Me habló y me dijo que estaba destrozado, que lo habían violado y que ya no quería vivir”, sostuvo. Aguirre VIlla se encuentra bajo custodia de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
SU ARRESTO
El 24 de junio, Aguirre, un trabajador del oficio de la construcción se dirigía a su trabajo en su camioneta a través de la concurrida calle Jesse Jewell en Gainesville, condado de Hall, cuando fue interceptado por la Patrulla Estatal de Georgia. En un estacionamiento, frente a la tienda J & J Foods, fue aprehendido al no mostrar una licencia de conducir.
Después fue enviado a una cárcel en Atlanta y posteriormente trasladado al Centro de Procesamiento de Inmigración Folkston en el condado Charlon, ubicado a unas 6 horas de Gainesville.
La hispana alega que su cónyuge le dijo en una llamada telefónica que los guardias de seguridad lo estaban hostilizando. “Los guardias, los de ICE, lo empezaron a intimidar, levantando reportes contra él. Ellos son los que comenzaron a meterle miedo psicológicamente y lo empezaron a abusar”, sostiene.
Y agrega que su esposo y padre de sus 4 hijos también ha sido víctima de insultos.
“Le decían violador, violador, y mi esposo nunca ha sido un criminal, sólo lo han parado por no tener licencia de manejo”.
Récords muestran que Antonio Aguirre Villa fue detenido en el año 2011 por conducir sin licencia del estado de Georgia.
“INTENTÓ CORTARSE LAS MANOS”
En su modesta casa móvil, donde la madre mexicana vive con sus cuatro menores hijos, revela que teme por la vida de su esposo y solicita garantías a las autoridades.
“El día lunes cuando la abogada de mi esposo se comunicó con Folkston le dijeron que mi esposo estaba en Enfermería porque se había cortado”, dijo Ruíz. “Mi esposo me dijo que ‘por eso me corté las manos porque quiero morirme”, narró angustiada.
“Desde el lunes no me habla. No sé que ha pasado con él… no puedo ni dormir”.
Prensa Atlanta Global envió un correo electrónico solicitando una entrevista con ICE para responder urgentemente a las denuncias de la familia del detenido Antonio Aguirre. El portavoz de la agencia federal le dijo a la directora de éste medio, Irene Díaz-Bazán, que sí habían recibido el mensaje y que pronto responderían.
Hasta el cierre de la presente edición ICE no se había manifestado.
EL CONSULADO DE MÉXICO CONOCE LA SITUACIÓN
Este medio también expuso el caso del mexicano migrante al Departamento de Protección de Mexicanos en el Exterior del Consulado General de México en Atlanta. La representación consular ya entabló comunicación con la familia del presunto agraviado.
Mientras la hispana aguarda por la pronta liberación y retorno de su esposo, cada día libra una dura batalla por sobrevivir.
La abogada de inmigración de Antonio Aguirre, Helen Aguirre, solicitó la libertad bajo fianza del inmigrante indocumentado mexicano, “pero el Gobierno apeló la decisión del juez”, dijo su esposa. La letrada no ha respondido aún los cuestionamientos de este medio.
Aguirre Villa cumplirá el 24 de agosto dos meses bajo custodia de inmigración y sin ver a sus hijos. Su familia no ha podido visitarlo.
“Tengo miedo que vengan por nosotros y nos quieran llevar”, dijo Clara Ruiz, quien también se encuentra en una situación migratoria irregular al igual que sus hijos mayores de 16 y 17 años.
Sus dos hijos menores nacieron en el estado de Georgia, Estados Unidos.
“A pesar de todo queremos luchar por su inocencia y libertad. Esperamos justicia y que jamás se violen sus derechos”, asegura Clara Ruíz quien se unió al padre de sus hijos cuando ambos eran muy jóvenes.
En las afueras de su casa-tráiler, está estacionada la camioneta de Antonio. “Desde el día que lo arrestaron no he podido subir ni manejarla”, dice visiblemente afectada la madre y esposa mexicana quien afronta una grave crisis económica desde que el principal proveedor del hogar fue arrestado.
“Solo leo la palabra de Dios, ruego por la vida de mi esposo…nunca nos habíamos separado, es un hombre bueno que no merece ser maltratado de esta manera”, dice sosteniendo una Biblia.

