Antes de asumir, Joe Biden enfrenta una elección que puede marcar su gobierno: qué se vota este martes y por qué es tan importante

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Por Darío Mizrahi
infobae.com

Georgia elige a los últimos dos senadores que quedan por votar en el país y el presidente electo necesita que ganen los candidatos demócratas. Sólo así podrá contar con una ajustada mayoría parlamentaria, que puede ser decisiva para el éxito de su gestión

Joe Biden en un acto de apoyo a los candidatos demócratas al Senado de los Estados Unidos en Georgia: el reverendo Raphael Warnock y Jon Ossoff (REUTERS/Mike Segar)

John Hardy Isakson es una figura casi familiar para los 10,6 millones de habitantes de Georgia. Este veterano dirigente republicano, que acaba de cumplir 76 años, fue durante más de cuatro décadas una figura clave de la política local. Tuvo siete mandatos como miembro de la Cámara de Representantes del estado y uno en la de Senadores, y fue candidato a gobernador, aunque sin éxito.

En 1999 se convirtió en representante de sus conciudadanos en Washington, como congresista nacional por el Sexto Distrito de Georgia. Y en 2004 se le presentó la ocasión de asumir el máximo desafío de su carrera: ocupar una banca en el exclusivo Senado estadounidense. El ex gobernador demócrata Zell Miller, senador entre 2000 y 2004, podría haber sido un rival muy duro, pero le allanó el camino al decidir no presentarse a la reelección, dejando su lugar a la menos conocida Denise Majette.

Quince años después, el hombre que reemplazó al último senador demócrata que tuvo Georgia le dio al partido que enfrentó toda su vida una oportunidad inesperada de sumar un escaño extra, que podría darle la mayoría en la Cámara Alta al futuro gobierno de Joe Biden. En rigor, le permitiría igualar en 50 a los republicanos, habilitando a Kamala Harris a desempatar como vicepresidenta.

John Hardy Isakson, senador por Georgia entre 2005 y 2019 (United States Congress)

El escaño de Isakson, que había sido reelecto en 2010 y en 2016, volvía a ponerse en juego recién en 2022. Pero como este renunció el 31 de diciembre de 2019 por razones de salud, cuatro años después de anunciar que tenía Parkinson, Georgia debe renovar sus dos bancas en este ciclo electoral: la que el también republicano David Perdue ocupa desde 2015 —que era la que correspondía elegir ahora— y la de Isakson —ocupada provisionalmente por Kelly Loeffler desde el año pasado—.

A pesar del triunfo de Biden en los comicios del 3 de noviembre, la elección legislativa del Partido Demócrata fue bastante pobre. En la Cámara de Representantes mantuvo la mayoría, pero con diez congresistas menos que antes. En el Senado, hasta ahora apenas logró recuperar una de las bancas que estaban en poder del Partido Republicano, que se impone por 50 a 48. Sólo ganando las dos de Georgia podría igualarlo.

Zell Miller ex senador y ex gobernador de Georgia (United States Senate)

El resultado de ambas disputas será decisivo para los primeros dos años del gobierno de Biden. Es cierto que una mayoría tan ajustada como la que podría conseguir si su partido gana las dos estaría lejos de darle carta blanca para hacer todas las reformas que él y muchos de sus votantes pretenden. Pero podría facilitarle mucho los primeros pasos de su administración, dado que tener el control del Senado es vital para los nombramientos en los principales puestos del Ejecutivo.

Un bastión republicano bajo asedio

También hay que ir al siglo pasado a buscar un triunfo demócrata en una elección a gobernador: Roy Barnes le ganó a Guy Millner en 1998. Barnes sucedió en el cargo a Zell Miller, que en los comicios del 2000 fue el último en ganar una banca a senador.

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