ASOCIACIÓN CULTURAL AKLLA SUMAQ EL FOLKLORE PERUANO

Hace diez años, dos jóvenes peruanas tuvieron la visión de formar un grupo de danzas con el objetivo de estar a la vanguardia del folclore peruano.
Así, buscaban mantener viva la identidad cultural, fortalecer la cohesión social y expresar la creatividad del hermoso pueblo.
En Atlanta, representan una fuente de orgullo para sus coterráneos y causan la admiración de un público variado interesado por su talento, dedicación y contribución a la comunidad.
Nuestra revista Raíces hace justicia para destacar el trabajo de una agrupación folclórica que ha atravesado varias dificultades para mantenerse unida y vigente.
GUARDIANES DEL FOLKLORE
Desde su fundación el 11 de febrero de 2015 en Atlanta, la Asociación Cultural Peruana Aklla Sumaq se ha convertido en una auténtica guardiana del folklore peruano, irradiando identidad, arte y tradición en cada una de sus presentaciones. Aklla Sumaq, una frase poderosa en quechua que significa “elegidas por su belleza”, no fue elegida al azar. En sus inicios, las fundadoras del grupo la usaron para representar a las mujeres que formarían parte de esta iniciativa, pero con el paso del tiempo, el nombre cobró un significado más profundo: representa al Perú mismo como una tierra elegida por su riqueza cultural y a sus integrantes como embajadoras de esa herencia que trasciende fronteras.
LEGADO QUE INSPIRA
Aklla Sumaq no es solo un elenco de danza; es una misión viva de amor por la patria.
Es el deseo colectivo de una comunidad que se niega a dejar atrás sus raíces yque encuentra en cada movimiento, en cada traje, en cada nota musical, una forma de volver a casa. En 2016, con una visión a largo plazo, la asociación
lanzó la iniciativa folclórica para niños —Aklla Sumitas— un espacio donde los más pequeños, nacidos o criados en los Estados Unidos, aprenden a amar su identidad cultural. Aquí, niños entre 3 y 11 años se sumergen en el universo del
folklore, aprendiendo no solo a bailar, sino a sentir el Perú en el alma. En un país extranjero, estos pequeños se convierten en puentes generacionales que mantienen viva una llama ancestral.
MÁS DE 100 ESCENARIOS, UNA SOLA PASIÓN
A lo largo de los años, Aklla Sumaq ha sido invitada a participar en más de 100 eventos públicos y 40 privados en al menos 20 ciudades distintas, llevando el folklore peruano a escenarios de prestigio como el Capitolio de Georgia, el Consulado del Perú en Atlanta, y reconocidas instituciones académicas como la Universidad de Georgia y Georgia State. Cada presentación es un viaje por el Perú: de la sensualidad y ritmo del Festejo Afroperuano, a la elegancia
de la Marinera Norteña, pasando por la alegría del Carnaval de Arequipa y la fuerza ancestral de los Caporales.
Verlas bailar es emprender una travesía desde la costa soleada del país, atravesar los andes majestuosos y llegar hasta el corazón selvático de la Amazonía. Es redescubrir un Perú multicolor, lleno de historia, sabor y orgullo.
DESDE EL PRIMER PASO
Fundada por Mayra Suárez y Marie Cruzado Jeanneau, dos mujeres peruanas que compartían un mismo sueño: mantener viva la herencia cultural del Perú más allá de sus fronteras. En el momento de la fundación, Mayra tenía ya casi una década de experiencia en danza folklórica, mientras que Marie se había iniciado en el arte del baile tradicional en Georgia, donde ambas coincidieron participando en otro elenco local. De esa conexión nació una amistad y, más aún, una visión común: crear una asociación que no solo celebrara sus raíces, sino que también educara, inspirara y sembrara orgullo en las nuevas generaciones.
Desde un inicio, Aklla Sumaq fue concebida como algo más que un grupo de danza. “Queríamos construir un espacio en el que la cultura peruana pudiera mostrarse en toda su profundidad y diversidad, desde la costa hasta la selva, pasando por los Andes.
El objetivo era ampliar el repertorio cultural de lo que normalmente se conoce del Perú en el exterior, y llevar esa riqueza a espacios comunitarios, educativos y públicos”.|Las integrantes querían que sus bailes fueran también lecciones de historia, geografía y tradición. Que en cada traje, cada melodía y cada paso se contara una parte del alma peruana.
También enfrentaron cierta resistencia inicial. Algunas personas no entendían por qué insistían en presentar danzas sin contar con una formación profesional en artes escénicas. Pero nunca fue esa la intención.
“Lo que estábamos construyendo no era un espectáculo comercial, sino una apuesta por establecer un legado cultural, una forma de educar con arte y corazón”.
Con mucho esfuerzo, disciplina y amor, las chicas de Aklla Sumaq, comenzaron a presentarse en festivales comunitarios, universidades, escuelas y hasta eventos oficiales. Cada ensayo —realizado en su tiempo libre, entre trabajos, estudios y maternidades— era un acto de compromiso con la cultura. Y cada escenario era una oportunidad para mostrar que el Perú no es solo Machu Picchu o gastronomía, sino también una vasta tradición artística que merece ser celebrada y entendida.
Hoy, Aklla Sumaq no es solo una agrupación folklórica: es un símbolo de identidad, un aula itinerante, y un puente emocional que une a los peruanos con sus raíces, y a otras culturas con la nuestra.
“Pero dar vida a esta visión no fue fácil. Empezamos literalmente desde cero: sin fondos, sin vestuarios, sin un lugar propio para ensayar. Tuvimos que recaudar dinero con rifas, ventas y el apoyo de nuestras familias para poder comprar nuestros primeros trajes tradicionales, muchos de ellos importados desde Perú, confeccionados por artesanos que trabajan técnicas ancestrales”, dice Andrea Cruzado.

