HISPANOS AFECTADOS POR EL INCENDIO EN CONYERS
POR PRENSA ATLANTA
Conyers, Georgia.-
Rita coronado, siente que su vida se ha detenido en el tiempo tras experimentar los estragos del incendio en la planta química que la obligó a salir desesperada de su trabajo, refugiarse en un albergue, ser hospitalizada y sentirse inhabilitada para trabajar.
La madre guatemalteca narra los momentos en que tuvo que salir despavorida de su centro de labores.
“Estábamos en el trabajo y nos dijeron que estaban cayendo cosas tóxicas en el aire…una taxista nos llevó a un albergue y no sabíamos bien que pasaba, olía feo, olía raro. Había una columna negra de humo. Después me comencé a sentir muy mal”, narra.
A los dos días de permanecer en el albergue fue llevada de emergencia al hospital. “Porque sentía que me moría”, recuerda.
Y aunque fue dada de alta del hospital Piedmont, asegura que se siente mal de salud y que tiene la presión demasiada alta.
“Me duele la cabeza, los ojos y mi presión no se estabiliza”.
El incendio de grandes proporciones ocurrió en la planta BioLab en Conyers, en el condado Rockdale en Georgia, el domingo 29 de septiembre.
Según las autoridades, el incendio fue causado por un mal funcionamiento del cabezal de rociadores. En consecuencia más de 17,000 residentes fueron evacuados de la zona afectada.
Las agencias de protección ambiental del estado de Georgia “revelaron la presencia de cloro irritante dañino” detectado en el aire debido al incendio
La preocupación es intensa tanto para los residentes como para los propietarios de negocios quienes sienten que sus ingresos económicos vulneran su capacidad adquisitiva.
La madre mexicana Zully Velázquez quien vive a escasos minutos de la planta se siente muy preocupada por la salud de sus hijos quienes -asegura- padecen de asma.
“Más que nada estoy preocupada por mis hijos, ellos son asmáticos”, sostiene.
“Tuve que salir de mi casa y buscar un hotel porque todos nos enfermamos. “Mi hijo tenía sangrado de nariz, dolores de cabeza, fiebre y vómito. A mí me duelen los pulmones. Estábamos preocupados también porque el humo se metió a la casa; se prendió la alarma contra humo y tuvimos que salir.
También destaca que varias personas no han podido regresar a trabajar.
Los afectados aseguran que podrían tomar una medida legal en contra de la empresa que opera esta planta.Pero por ahora, argumentan que intentan recuperar la salud que es lo más valioso en medio de este episodio en sus vidas.
Una persistente columna de humo blanco continúa saliendo de las instalaciones de la planta BioLab, lo que genera preocupación en la población; no obstante las afirmaciones de los funcionarios de que los niveles químicos detectados en el aire representan riesgos mínimos para la salud.
“Yo no he podido trabajar, aquí nos hemos paralizado dentro de la casa debido a este terrible y desesperante accidente”, dijo Mynor López al ser entrevistado por Prensa Atlanta.
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