Las Muertes en Detención se pueden prevenir

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Amilcar Valencia

El 2 de noviembre marca un día muy importante para los pueblos de América Latina pues es el día par honrar a nuestros ancestros, familiares y amigos que dejaron físicamente este mundo. Arraigado en las tradiciones indígenas de Mesoamérica, el Día de los Muertos trae conciencia sobre el fallecimiento de los seres queridos a través de la celebración y el recuerdo. En este contexto es preciso recordar a aquellos que han muerto bajo la custodia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) sus siglas en Inglés.

El 26 de mayo de 2020, el salvadoreño Carlos Ernesto Escobar Mejía se convirtió en el primer inmigrante en fallecer por complicaciones relacionadas a covid-19 bajo mientras estaba detenido por ICE. Escobar padecía de hipertensión y diabetes. En lo que va de este año fiscal, cinco personas han fallecido durante la actual administración del presidente Biden.

Core Civic la corporación privada que opera el Centro de Detención de Stewart (SDC) por sus siglas en Inglés, localizado en Lumpkin, Georgia. SDC es uno de los centros más grandes en el país. SDC es famoso por el sinnúmero de quejas y violaciones a los derechos de los inmigrantes. Un total de ocho personas detenidas hayan muerto en SDC en los últimos cuatro años, que lo convierte el centro de detención de inmigrantes más mortífero en todo el país. Dentro de las más recientes muertes están cuatro personas que murieron a causa del corona virus. La primera víctima de ese centro fue el guatemalteco Santiago Baten Oxlaj, quien murió el 24 de mayo de 2020; la segunda persona fue el costarricense Freddy Guillen Vega, quien murió el 10 de agosto de 2020; el mexicano Cipriano Chávez Álvarez, quien murió el 21 de septiembre de 2020; y finalmente el mexicano Felipe Montes quien falleció el 30 de enero de presente, quien se convirtió en la primera muerte bajo esta administración.

Tres de los que fallecieron por el Coronavirus en Stewart tenían en común que habían sido diagnosticados con condiciones médicas que les ponían en riesgo inminente al contraer el coronavirus. Es claro que ICE nunca debió haberlos puesto en detención. Cipriano Chávez tenía un historial de diabetes, enfermedad renal e hipertensión. Murió 15 días después de ser enviado a SDC. Freddy Guillén era una persona de 70 años, también con antecedentes de diabetes, hipertensión, enfermedad renal crónica, entre otros; fue trasladado a SDC el 15 de julio, donde se le realizó una prueba de covid-19 y el resultado fue negativo. El 31 de julio, comenzó a tener síntomas, que nunca fueron tratados. Murió el 10 de agosto, el mismo día de su cumpleaños número 70. Santiago Baten Oxlaj fue examinado por el personal médico de Stewart y reconocieron que tenía antecedentes de diabetes tipo II. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), por sus siglas en inglés, tener diabetes tipo II aumenta el riesgo de enfermedad grave por covid-19. Santiago tenía 34 años de edad al momento de su muerte.

El Refugio fue fundado hace 11 años principalmente para visitar a personas detenidas en el centro de detención de Stewart y documentar los atropellos a los derechos humanos. En El Refugio estamos comprometidos a honrar la humanidad plena de las personas que buscan una vida mejor. Durante todos estos años hemos escuchado, de primera mano, los abusos y negligencias que las personas detenidas sufren. Lamentablemente la muerte de Santiago, Freddy, Cipriano, y Felipe no son noticias nuevas. Ellos se suman a la lista de un total de nueve personas que han muerto en este centro de detención. A nivel nacional, más de 200 inmigrantes han muerto bajo la custodia de ICE desde que se empezaron a documentar estas muertes.

Estos inmigrantes no fueron considerados como seres humanos. Ellos merecían ser tratados con dignidad y recibir la atención médica necesaria. ICE es parte de un sistema de detención cruel e inhumano. La simple existencia de ICE y los centros de detención son una amenaza para la vida de los inmigrantes. Los centros de detención de ICE son una amenaza a la salud pública.

Lo peor de todo sobre las muertes en detención es que nadie se hace responsable. La corporación se lava las manos diciendo que siguen todos los protocolos necesarios. ICE, al anunciar la muerte de personas bajo su custodia, siempre dice que “las muertes bajo custodia de ICE, estadísticamente, son extremadamente raras”. Para los que abogamos por abolir la detención decimos que una muerte es demasiado, sobre todo cuando se pudieron prevenir.

Hay quienes piensan que solo es necesario hacer reformas. Los innumerables reportes de abusos, maltrato y negligencia, como el que El Refugio publico este año llamado “Cage of Fear”, son evidencia de que ICE y las corporaciones no tienen la capacidad para proteger a quienes están bajo su cuidado. No han sido capaces de proteger y proveer la atención mínima ni antes ni durante la pandemia, es más, las condiciones sólo se han agravado. Mientras haya ganancias de por medio, nunca se velará por el bienestar de los inmigrantes detenidos. Las reformas no van a volver a la vida a más 200 personas. Tampoco le van a regresar los meses y años a quienes sobrevivieron la en detención en SDC y, mucho menos, remediaran el trauma de la detención o el terror que ICE causa al pueblo inmigrante. ICE no puede reformarse, debe ser desmantelado.

En medio de esta pandemia las personas detenidas no tienen la habilidad de protegerse de ser contagiados por el coronavirus. Las transferencias entre centros de detención continúan y solo es cuestión de tiempo para que nuevas tragedias vuelvan a ocurrir. En el Centro de Detención de Stewart, hasta el 27 de octubre, ICE reportó que un total de 1,057 casos de personas que dieron positivas por Covid-19, convirtiéndose en uno el centro de detención a nivel nacional con el mayor número de casos del coronavirus. En realidad, las cifras podrían ser más altas ya que ICE no tiene un proceso rutinario de pruebas para el coronavirus. Las muertes en detención se pueden prevenir y quienes están a cargo deben rendir cuentas. Los estándares médicos desarrollados e implementados por ICE han demostrado ser inadecuados una y otra vez, lo que ha provocado muertes evitables de personas bajo su custodia.

La administración Biden claramente no está cumpliendo sus promesas de un sistema de inmigración más justo y humano. El número de personas detenidas ha aumentado a un ritmo alarmante desde el inicio de la administración Biden, casi duplicándose a mediados de julio. Es preocupante también ver como esta administración esta obstina en utilizar las políticas racistas de la era de Trump como el llamado Título 42 que previene a los inmigrantes a solicitar asilo en la frontera y para no ir tan lejos, la detención y deportación de migrantes haitianos.

Exigimos que la administración de Biden cierre los centros de detención de inmigrantes, ponga fin a los contratos de detención y libere a las personas de la detención. No podemos permitir que se siga poniendo en riesgo la vida de seres humanos, especialmente cuando la solución es imple, las personas que navegan su caso de inmigración deberían poder hacerlo con sus familias y seres queridos, no tras las rejas en un centro de detención de inmigrantes donde su vida esta en constante peligro.

Nuestro actual sistema de detención de inmigrantes es contrario a los valores de justicia, libertad y respeto por la dignidad humana de esta nación fervientemente promueve. Si queremos mantenernos fieles a esos valores, debemos poner fin a la detención de inmigrantes. Ya es tiempo que la administración recupere su conciencia y que escuche el dolor de quienes están sufriendo hoy día la perdida de sus familiares o de aquellos a quienes sus derechos fundamentales son violados día tras día.

El centro de detención de Stewart se debe cerrar para evitar más muertes. Hoy recordamos a aquellos que fallecieron en este centro de detención:

Roberto Martínez Medina, 2009

Jeancarlo Jiménez-Joseph, 2017

Yulio Castro Garrido, 2018

Efraín de la Rosa, 2018

Pedro Arraigo Santoya, 2019

Santiago Baten Oxlaj, 2020

José Freddy Guillen Vega, 2020

Cipriano Chávez Álvarez, 2020

Felipe Montes de Oca, 2021

 

Amílcar Valencia es cofundador y Director Ejecutivo de El Refugio, una organización sin fines de lucro que acompaña a personas detenidas en el centro de detención de Stewart y a sus familias. A través de su trabajo con El Refugio y junto a organizaciones locales y nacionales, Valencia trabaja para poner fin a la detención inhumana e innecesaria de inmigrantes en los Estados Unidos.

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PRENSA ATLANTA NO SE RESPONSABILIZA POR EL CONTENIDO DEL PRESENTE ARTÍCULO

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