SOY UNA “POBRE” PERIODISTA
Por Irene Díaz-Bazán
Soy una periodista sin sueldo. Soy una profesional que desconoce horarios y que no tiene un depósito directo cada viernes, quincena o fines de mes.
A mi edad, así despojada de riquezas materiales, he llegado a la conclusión que debo decir las cosas de frente, sin utilizar los eufemismos y que puedo enfrentar situaciones y la vida misma con un arma
poderosa que me nutre de valor y me viste de verdad.Algunos me consideran exitosa porque me relacionan con “fama y seguidores” en las plataformas sociales. Un auge que se ha convertido en una especie de referente de triunfo u oprobio.
Siendo así, si el éxito está relacionado al dinero, entonces algunos periodistas seríamos unos homeless (dígase esto solo como una metáfora).
Paradójicamente nuestra riqueza es incalculable y me atrevo a decir que muchos somos acaudalados. Yo por ejemplo soy millonaria y nado entre lingotes de oro, dólares euros y libras esterlinas.
Confieso que mi mayor tesoro -además de mi familia- radica en la credibilidad, el respeto y la confianza que cada día me demuestra esta comunidad de Prensa Atlanta con la cual hemos construido paso a paso este camino de “abundancia” incalculable.
Gracias por abrir sin dudar las puertas de su hogar, incluso, para contarme la intimidad de sus historias, sus tragedias y vivencias.
Les mando un cheque al portador. Les envío dinero por zelle o PayPal, toda mi energía y mi corazón. Vacíen mis cuentas y drenen si es preciso mi alma que tendrán gratuitamente mi trabajo, el intelecto, mi voz, el bagaje cultural, mi prosa, mi experiencia, mis letras, y si desean…mi verso.
Esta vieja reportera que de vez en cuando retoca alguna caprichosa cana, entrega su alma vida y corazón por los más vulnerables.
Gracias comunidad… Han puesto valiosas piezas de oro de 48 quilates en mis modestos bolsillos, tengo una cuantiosa deuda con vosotros.(Dedicado a Maria Bran, madre de la menor Susana Morales quien fue asesinada por un policía y a cada familia que aprecia nuestro trabajo).
