EL VALOR DE SU PRESENCIA

Queridos amigos, lectores y seguidores:
En los últimos meses me he sentido profundamente abrumada y agotada, tanto física como emocionalmente. Las razones son múltiples, pero una de las principales ha sido la enorme responsabilidad de informar cada día con ética, rigurosidad y compromiso, a través de nuestras coberturas en Prensa Atlanta Global.
Como directora de un medio de comunicación con un legado cimentado en el valor y la importancia de la información veraz, debo decir que estamos atravesando uno de los momentos más críticos en nuestra labor. La crisis migratoria que golpea a Estados Unidos ha alcanzado niveles que parecen desproporcionados y caóticos.
Actualmente me encuentro en Europa, intentando comprender, desde una perspectiva profesional, qué es lo que realmente está ocurriendo. Me pregunto cómo estamos, desde los medios, contribuyendo —o dejando de contribuir— a la protección y orientación de la comunidad migrante indocumentada sin antecedentes criminales.
Las redes sociales, que tantas veces actúan como una ventana abierta al mundo, hoy parecen también una fuente de información confusa, parcial y muchas veces carente de estructura y profesionalismo. Vemos transmisiones en vivo sin el rigor que exige el periodismo responsable, mezcladas con buenas intenciones de organizaciones que luchan por educar, y profesionales del derecho intentando desmenuzar una avalancha de noticias, medidas ejecutivas, protestas, escaramuzas y, en algunos casos, violencia.
Estamos viviendo una de las épocas más duras en materia migratoria.
La gente tiene miedo de salir a la calle.
Los comercios sienten el golpe de la baja en las ventas.
Los empresarios enfrentan serias dificultades para convencer a un migrante de invertir cuando su futuro en este país es tan incierto.
El panorama económico se tambalea, mientras el miedo y la incertidumbre alejan cada vez más la esperanza del llamado “sueño americano”.
El gobierno ha lanzado campañas ofreciendo incentivos de 1,000 dólares para que las personas indocumentadas regresen a sus países de origen. Una medida que deja entrever el nivel de desesperación institucional y la fragilidad de las políticas migratorias actuales.
Ante este escenario, he decidido replantear el rumbo de Prensa Atlanta Global. Quiero construir un espacio donde el valor de los likes o los seguidores no sea la medida del impacto, sino el aporte real y tangible que podamos ofrecer a nuestra comunidad.
Desde Europa, los abrazo con el corazón.
Ojalá tengamos la fuerza y la visión para transformar vidas y acompañar a tantas familias que, con esfuerzo y dignidad, luchan por surgir en este país y brindar un mejor futuro a sus hijos.
No están solos. El valor de estar aquí, resistir y construir también es una forma de esperanza.