La policía de Minneapolis informó este miercoles que las 17 personas heridas durante el tiroteo registrado en la Annunciation Catholic School se encuentran fuera de peligro y se espera que todas sobrevivan. El ataque, ocurrido el miércoles durante una misa escolar, dejó además dos menores fallecidos, de 8 y 10 años.

El jefe policial Brian O’Hara detalló en conferencia de prensa que entre los heridos hay 14 niños de entre seis y quince años, así como tres adultos de alrededor de 80 años que asistían como feligreses al servicio religioso. “Se espera que todas las víctimas restantes sobrevivan”, aseguró el funcionario.

El agresor fue identificado como Robin Westman, de 23 años, quien irrumpió armado con un rifle, un revólver y una escopeta, todas adquiridas de forma legal. Durante el ataque disparó contra los asistentes antes de quitarse la vida. La investigación continúa y las autoridades revisan un manifiesto que el atacante habría programado para publicarse en YouTube con mensajes perturbadores. El contenido ya fue retirado de la plataforma.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, señaló en la red social X que Westman “era un varón de 23 años que aseguraba ser transgénero”, un detalle que ha sido replicado por distintos medios. Sin embargo, el alcalde Jacob Frey advirtió contra los intentos de utilizar esta información para fomentar odio. “Cualquiera que aproveche esta oportunidad para demonizar a nuestra comunidad trans, o a cualquier otra comunidad, ha perdido su sentido de humanidad”, declaró.

La comunidad escolar permanece consternada por la tragedia, mientras psicólogos y consejeros han sido desplegados para atender a los sobrevivientes y sus familias.