Día de Muertos en Michoacán, México

Share:

POR
Chef Alejandra Ponce de León Pueblita

Si no han visto la película “Coco” de Disney, esta es la época perfecta para verla y volverla a ver. Y es que pensar y recordar a todos los que se nos han adelantado, siempre es una buena idea.
Nací en Morelia, Michoacán, el estado donde se vive al máximo la tradición del Día de Muertos.
Morelia y sus pueblitos se pintan de Flores de Cempasúchil (rojas, amarillas y anaranjadas). El aire frío huele a naranja, jazmín y canela, las cuales conservan aromas del tradicional y delicioso pan de muerto.
Durante todo el mes, solíamos prepararnos para el puente del Día de Muertos. Recuerdo que cuando vivía allá, nos organizábamos con mis hermanos, amigos, primos y vecinos para ir a Pátzcuaro y a Tzinztunzán. ¡Que fiesta!
El lago se cubre de velas y el tráfico de coches se congestiona tres veces más. Así es, pues se siente la presencia de turistas que llegan de todo el mundo. Es una noche corta y mágica, pero fría, muy fría. El ambiente se calienta con ponche de frutas (con licorcito), atolito y chocolate caliente. Pero sobre todo es una noche llena de magia.
Por todos lados verás calaveras de azúcar y chocolate, pan de piloncillo, polvorones de pinole y almendras y mucho más. Además hay flores, artesanías (cobre de Santa Clara, madera de Quiroga, catrinas de barro de capula entre muchas más) decoran nuestra hermosa tradición.
Y qué decir de nuestra gastronomía. Llegando al panteón con olor a flores verás un ALTAR en cada tumba. Entusiastas familiares y amigos decoran con fotos, flores y detalles que reflejan a cada uno de sus ancestros.
Botellitas de tequila, cigarrillos, dulces, panes y su comida favorita. ¿Su comida favorita? Siii. Ellos (los muertos) esperan toda la noche iluminados por velitas, nostalgia y alegría. Que vengan a comer sus tamalitos, atolito, pozolito y otras “delicias” más de una manera muy espiritual, porque se trata de un ritual para recordarlos.
Las iglesias huelen a tristeza, pues la vida es corta y seguramente todos nos preguntamos ¿cómo será la vida eterna? ¿Dónde estarán? ¿Cuándo los
volveremos a ver y ¿cuándo será nuestro turno? Pues es lo único seguro que tenemos.
Sin embargo la fe es grande para nosotros los creyentes y de consciencia semi-tranquila. Así pues la paz invade nuestra alma con esperanza.

Dicen que nuestra alma pesa 21 gramos, que somos energía y es lo único que se transforma y que queda para siempre. Yo soy chef y amo cocinar porque me gusta comer deli y saber de dónde viene y cómo se prepara el alimento para mi cuerpo. Sin embargo reconozco que la oración es el mejor alimento para el alma, que trasciende y vive siempre.
Lo demás es temporal y mientras llega la catrina disfrutemos de las cosas lindas de la vida siempre, siempre con mucha alegría.

——
Calavera a mi papá
(Poemas graciosos para los muertos)

Su corazón latía

Siempre con alegría

Una sonrisa bastaba

Para alegrarme el día.

Eras tu mi papito hermoso

Que con tu amor todo tenía

Pues tu gran humor y valentía

Le daban sentido a mi vida.

¡Ya te llevó la catrina!

¡Qué triste vida la mía!

Ahora rezo sin parar

Lo que yo antes nunca hacía.

Chocolates y unos whiskeys

Me consuelan en tu ausencia

Pues seguramente estarás

Cantando y bailando en la eternidad!

 

Chef Alejandra Ponce de Leon Pueblita

¡Sigueme en mis redes sociales !

http://alechef.org


Share: