Gobernanza y gestión territorial, el cambio clave para la Salud Integral
Carlos Vela Barba
La Rectoría del Sistema Nacional de Salud recae sobre el Ministerio de Salud y en línea con el proceso de descentralización, los Gobiernos Regionales comparten responsabilidad rectora como la garantía del aseguramiento en salud. Sin embargo, los alcances de la Rectoría van mas allá del Aseguramiento y la Provisión de servicios, se impone un cambio de paradigma que priorice la ejecución de las Funciones Esenciales de Salud Pública, modulación del financiamiento, Regulación efectiva y Conducción que progrese de la Mirada Sectorial a la Multisectorialidad con el liderazgo del sector. (“Salud en todas las Políticas”).
Para construir una rectoría efectiva es indispensable que se construya un Sistema Nacional de Salud que instrumentalice una Gobernanza efectiva de abajo hacia arriba, construyendo un sistema de vasos comunicantes que llegue al tejido social, que acerque a la autoridad sanitaria a la Gestión territorial de la Salud, participativa, democrática y con enfoque hacia los Determinantes Sociales de la Salud. Como rector debe mantener una articulación y coordinación cercana con los demás actores del Sistema Nacional de Salud (públicos y privados), estableciendo metas y compromisos de mejora sostenibles y medibles.
La Salud Publica es una competencia municipal compartida con el MINSA y los gobiernos locales actúan sobre salud ambiental, saneamiento, gestión de la atención primaria de salud; dicha supervisión recae sobre el liderazgo democrático que se le confiere a la autoridad municipal y la influencia de la participación comunitaria en un enfoque de control, legitimidad y ejercicio pleno de ciudadanía. Sin embargo, la fragmentación del Sistema, integrado por diferentes prestadores dependientes de distintos ministerios, dificultaba la posibilidad de organizar una labor orientada a lograr resultados sanitarios de manera conjunta entre subsectores, niveles de gobierno y espacios geográficos.
Por eso desde el Consejo Nacional de Salud, desde el año 2023 nos impusimos el reto de conformar las Instancias de Coordinación Interinstitucional, logrando, en un desafío histórico, la conformación de 1800 Consejos y Comités Distritales cuya presidencia recae en la autoridad edil, dotándolos de la asistencia técnica en materia de priorización y planificación que direccione los recursos de manera orgánica y con enfoque prospectivo, evitando las influencias de la politización y la volatilidad de los espacios de poder.
Esta gran Cruzada de convencer y recuperar la confianza en los decisores de los distritos y provincias, se vio respaldada por los compromisos adquiridos en la Comisión de Determinantes Sociales del Consejo Nacional de Salud por todos los sectores que firmaron en el año 2020 la Política Nacional Multisectorial de salud 2030, “Perú, País saludable”; con quienes se consensuó el Catalogo de Productos Situacionales y sus Cambios Claves para su incorporación en las Agendas de los Planes De Desarrollo local Concertado de sus respectivas jurisdicciones. Esta herramienta fortalecerá los procesos de planificación y garantizará la disponibilidad presupuestal, evitando que esté enfocada prioritariamente en cemento e infraestructura, con los consiguientes riesgos de corrupción e incumplimiento de proyectos; un mal que azota a nuestro país.
El Equipo de la Secretaria de Coordinación del Consejo Nacional de Salud, con el apoyo del Despacho Ministerial, desplegó sus esfuerzos para llegar a los lugares mas alejados de nuestro país, con el soporte de las Direcciones o Gerencias Regionales y el valioso apoyo de los Recursos Humanos en Salud desplegados en zonas donde la presencia de la autoridad gubernamental nunca llegó históricamente.
Una luz al final del camino se construye sobre la Gobernanza, lideramos y asistimos estos procesos participativos entre los actores territoriales como decisores de su propio desarrollo y con acceso a una Salud integral como derecho, en sus dimensiones de prevención, atención y gestión de los determinantes sociales; condiciones socioculturales que inciden en la generación de enfermedades, por ejemplo: el nivel educativo, acceso a agua segura y saneamiento básico, trabajo formal, vías de comunicación y acceso a internet, cambio climático y situación de pobreza. Por un Ministerio “de Salud” y no solo “de la Enfermedad” seguiremos trabajando con entusiasmo y amor por nuestro Perú, imprimiendo el más profundo respeto por su cosmovisión andina o amazónica, sus tradiciones, lenguas originarias, relación filial con la naturaleza y manifestaciones culturales.
Carlos Vela Barba
