“GRACIAS POR VISITAR A MI PAPÁ”


Unos lo respaldan. Otros lo increpan. Su ética laboral y su proceder están bajo el escrutinio público, en un momento particularmente sensible para la comunidad sin estatus migratorio regular.
Hoy, el reportero salvadoreño Mario Guevara cumple dos meses detenido por la agencia federal ICE en Folkston, Georgia, un centro de detención remoto, donde los detenidos son visitados durante los fines de semana.
Su esposa, Miriam, me confirmó que su familia espera la decisión sobre la apelación del gobierno contra la fianza de 7,500 dolares que un juez le otorgó en julio, pero que posteriormente le fue negada. Los abogados ya entregaron el escrito de respuesta y anunciaron que presentarán una demanda por impedirle pagarla.
La historia también tiene un rostro familiar. Durante una conferencia de prensa en el atrio del Capitolio Estatal de Georgia, semanas atrás, vi a Katherine Guevara Sáenz, la hija mayor de Mario. La conocí de niña, en los pasillos de Atlanta Latino: siempre dulce, sonriente, querida profundamente por sus padres.
Al acercarme para entrevistarla, me abrazó y susurró:
—“Gracias por visitar a mi papá”.
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“GRACIAS POR VISITAR A MI PAPÁ”
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Unos lo respaldan. Otros lo increpan. Su ética laboral y su proceder están bajo el escrutinio público, en un momento particularmente sensible para la comunidad sin estatus migratorio regular.
Author
Irene Díaz-Bazán
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PRENSA ATLANTA GLOBAL
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