(Mensaje del editor)
Por Irene Díaz-Bazán

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, sustenta que hay “muchas teorías conspirativas y sombrías” sobre el COVID-19.
Una de estas “teorías” dice que todo esto se trata de una acción deliberada para despoblar el planeta y otra teoría estriba en que esto es el inicio de una “guerra mundial biológica” y hasta que “existen intereses políticos”.
Algunas personas están hartas del tema y créanme que siento empatía por quienes evitan leer noticias y prefieren evitar atiborrarse de esta “negativa” pero realista información.
Y es que esta emergencia sanitaria de proporción mundial, ha generado preocupación pero también rechazo y obviamente percibo una fuerte corriente que exhorta a la población
(especialmente a la de Georgia) a “no someterse al test de COVID-19”.
Incluso, a través de esta plataforma social, he leído con asombro que cuando te sometes al examen te “inyectan la enfermedad”. Esto NO es cierto señores.
De hecho esta madre, senior periodista latina, migrante como usted y ciudadana del mundo; espera los resultados de su test del COVID-19. El examen por las fosas nasales 👃 es un poquito incómodo pero muy rápido.
Lo hice para saber si lo tengo, para proteger la vida de mi familia y de la comunidad que me rodea y por un acto responsable hacia las autoridades y personas que entrevisto.
He tomado varias medidas de precaución para evitar el contagio y espero no ser un número positivo en la lista de miles de casos registrados en Georgia.
Esperando los resultados con fe y optimismo.
Si pregunta mi opinión sobre si debe hacerse el test o no, mi respuesta es “hágalo”