La policía de Roswell tuvo al menos seis interacciones con Edward Espinoza, el hombre acusado de asesinar al oficial Jeremy Labonte, según informes policiales obtenidos por medios locales. Estas interacciones ocurrieron a lo largo de los últimos 10 años y en su mayoría se relacionan con incidentes de salud mental.

Uno de los informes más recientes describe un incidente ocurrido poco antes del fatal tiroteo, en el que Espinoza atravesó una crisis emocional mientras portaba un arma. La policía lo detuvo de inmediato, y su familia informó que sufre de esquizofrenia. Fue llevado al hospital para recibir atención, aunque no se determinó que se hubiera cometido un delito.

En julio de 2024, tras una llamada de su familia, la policía detuvo a Espinoza por tres órdenes de arresto activas. En 2022, también se le involucró en un disturbio doméstico, mientras que en 2015 hubo incidentes cuando aún era menor de edad.